|
|
Tras el primer día y después del trabajo que para algunas personas supone acercarse al Tai Chi, de dar ese primer paso como se trata en la historieta del primer día, las conclusiones que va a sacar cada persona van a ser muy distintas. Así voy a seguir los mismos tópicos que describía en ese primer día. ESTO ES FACIL
TENGO UN PROBLEMA
¿ ESTO QUE ES ?
Historieta "ficticia"H --- Narrador A --- Aspirante P --- Profesor
H: Tras el primer día nuestro Aspirante a "Taichinero" empieza a tener sensaciones que no sospechaba iba a tener. A: Joroba!, cómo me he cansado con eso del Tai Chi y me habían dicho que no se hacía nada. Nada es lo que me gustaría tener porque tengo unas agujetas del 10. El caso es que cuando me decía el profesor que practicase más erguido no le hacía caso porque en cierto modo hería algo mi orgullo. Sin embargo lo que tengo herido son mis extremidades. H: Tras esa experiencia inicial se acerca el siguiente día a ese primer día de práctica. Le surgen algunas dudas si dejarlo o practicar. A: Menos mal que han pasado un par de días desde la anterior clase y ya puedo moverme pero no sé si seguir con la práctica o dejarlo. El caso es que me gustaría dominarlo, odio sentirme dominado por algo que parece tan fácil. En fin voy a probar unas clases más y tomármelo como un reto a ver que pasa. H: Llega el siguiente día de clase y nuestro aspirante descubre otras cosa con la que no había contado. A: Bueno empezamos a practicar de nuevo. Vamos a ver creo que se empezaba echando el peso en la pierna derecha y después ...... o era el peso en la pierna izquierda pero antes .... ¡Dios mío! no me acuerdo de lo que aprendí el día anterior y eso que me he acordado de la clase por las agujetas que he tenido. ¿Cómo es posible?, no lo entiendo. H: Por suerte para nuestro aspirante el profesor le hace ver que es bastante natural y normal que se haya olvidado por completo de lo aprendido el primer día, sobre todo si no lo ha vuelto a practicar en su casa o en cualquier otro sitio. Con los ánimos un poco renovados por esta explicación decide tomarse la clase con interés y ver si consigue algo más positivo. A: Bueno pues voy a empezar de nuevo y esta vez voy a procurar que no se me olvide tantas cosas, a ver si recuerdo algo. P: Vigila tu equilibrio y procura relajar un poco tu cuerpo. Observa que los movimientos son circulares. A: Si ya vigilo mi cuerpo lo que pasa es que el condenado parece ser que se ha puesto en huelga y no me obedece. Cuando me concentro en la mano izquierda resulta que las piernas van a su libre albedrío y me muevo muy torpe. Si me concentro en las piernas las manos se me escapan. P: Es normal que tu coordinación no sea todo lo buena que tu quisieras. Por eso te estoy enseñando los movimientos en su concepción más básica sin grandes florituras y sin demasiados detalles. A: Pues nada que sigo con un equilibrio que si estuviese en una cuerda floja se me habría aflojado ya el cuerpo del batacazo que habría pegado. H: La clase prosigue y nuestro aspirante observa como poco a poco va dominando algo el movimiento, ese que no le sale empieza a salir algo mejor. Al menos se mueve con menos torpeza. A: Bueno al menos estoy empezando a dominar algo estos movimientos que me tienen desquiciado y algo alterado aunque parece ser que con el tiempo me van a relajar. Lo que no sé ese tiempo cuando vendrá, espero que sea antes de tener nietos. H: Termina la clase y nuestro aspirante se encuentra más contento que el primer día porque ha notado que aún moviéndose con torpeza se mueve un poco mejor que el día anterior, al menos se cae menos. Sin embargo la gran sorpresa va a llegar en el cuarto día de práctica porque resulta que entra otro aspirante a practicante de Tai Chi y, tras la misma rutina de charla con el profesor que él mismo tuvo, empieza la práctica. A: Hola, que tal me llamo taichinito. A1: Hola yo me llamo tachuan. P: Venga vamos a empezar con la práctica. H: Al empezar la práctica nuestro aspirante se queda boquiabierto. A: ¡Dios mío! es igual de torpe que yo o incluso más. Quién me lo iba a decir, aunque recuerdo que el profesor me dijo que siempre habría alguien que sabría más que yo pero también alguien que sabría menos que yo. H: Su sorpresa se incrementa cuando el nuevo practicante le dice: A1: Tú si que lo haces bien, yo es que no doy pie con bola. H: Nuestro aspirante no se lo puede creer, con lo mal que lo hace y resulta que le dicen que no lo hace mal. ¿Cómo es posible? se pregunta y de pronto empieza a comprender.
|